sábado, 20 de marzo de 2010

Censura de diario La Tercera.

El día en que el Sr. Sebastián Piñera dió un discurso por cadena nacional escribí 4 veces al diario La Tercera para dar mi opinión sobre el mensaje que el presidente había enviado. A la vez, yo estaba escribiendo y leyendo lo que se escribía en el Twitter sobre el mismo tema. En este último, los mensajes era cientos. En La Tercera, solamente hubo un máximo de 8 comentarios. Era bien raro porque a veces eran 8 y otras 4; después eran 3, 2 y hasta 0 en una oportunidad. Qué angustiante la sensación de impotencia frente a esta censura. Hoy, en otra noticia aparecía en el conteo que tenía 30 comentarios, pero solamente estaban visibles 4. No deberían dar la posibilidad de hacer comentarios si después los van a borrar. Nada de lo que yo escribí tenía palabras injuriosas ni garabatos, por lo tanto, me parece una exageración. Yo creo que no vale la pena esconder el sol con un dedo. El comentario obligado al día siguiente de la cadena nacional era .... "no te perdiste nada si no lo escuchaste". Como hubiera dicho el puma Rodríguez... esa es "la voz del Pueblo".
Felizmente existen diarios de oposición y tenemos la maravilla de la internet que nos permitirá mantener derecho a opinar.

domingo, 31 de enero de 2010

La Pequeña Gigante en Santiago

Me gusta el ambiente que se genera en torno a la Pequeña Gigante. Un crítico de espectáculos dijo que eso no era arte, que era sólo algo para ganar dinero o algo así. Cómo va a ser posible que tantas personas estemos equivocadas ante este espectáculo! Ha sido un placer y un baño de tranquilidad ver en Televisión la transmisión de varias de las etapas que tuvo la Pequeña y su tío Escafandra en Santiago. La gente estaba muy cautivada por la expresión de sus ojos, sus movimientos, su grandiosidad, sus gracias, su sencillez.
Yo la fui a ver frente al Museo de Bellas Artes hace 3 años. Incluso la seguí por el centro, con todo el resto de la gente. Había niños, viejos, papás, mamás, etc. Toda la gente estaba ahí en muy buena onda. La misma buena onda que he percibido esta vez. En realidad es como que uno volviera a ser niño cuando la contemplamos desde lejos esperando que haga algo, aunque sea poquito. Con eso nos conformamos.
Me parece que esto nos hace muy bien para el espíritu como país. Es como la Teletón.
Si es sólo una marioneta de madera, cómo hacen para darle esa expresividad a sus ojos? Tal vez sea "de real", como diría mi sobrina Amanda, y nos han estado mintiendo.